¿Cómo hacer un café americano?
Para hacer un café americano deberemos agregar agua caliente (a unos 90°) a un espresso tradicional. Con este simple procedimiento, logramos que el café se vuelva más suave y su sabor resulte más amigable para quienes así lo prefieren.
Introducción
El café es la segunda bebida más consumida en la dieta occidental después del agua. Esto quiere decir que, en general, siempre es un buen momento del día para tomar un café. Y existen diversas recetas para disfrutarlo.
En este post encontraremos una de las más elegidas: el café americano (y algunos derivados).
¿Qué es un café americano?
Un café americano es básicamente un café espresso diluido con agua caliente con el fin de aligerar la intensidad del sabor.

¿Qué se necesita para hacer un americano?
Para hacer un café americano se necesita un café espresso tradicional, agua caliente y una taza grande donde mezclar ambas bebidas.
Cómo hacer un americano paso a paso
1 – Elige un buen café
Elegir un buen café es fundamental porque es el corazón del americano. De manera que necesitamos buena materia prima y seguir correctamente los pasos para su extracción y mezcla. Para ahorrar en calidad de materiales, mejor otra ocasión.
2- Medir la cantidad de café para tener la proporción adecuada
En general, una proporción de espresso y agua de 1:2 suele ser aceptada como la del americano estándar. Sin embargo, hay quienes prefieren una proporción de 1:1. Esto varía, sobre todo, en función de las diversas recetas derivadas del americano (ver más adelante).
Medir la cantidad de café y agua para un americano en proporciones adecuadas puede resultar un asunto relativo y según el gusto de cada persona, pero en general existe este consenso.
3 – Moler los granos como corresponde
Tener un buen café es un gran punto de partida que debe complementarse con la correcta molienda de sus granos.
Según el tipo de cafetera que utilicemos, convendrá que los granos sean molidos en fino (cafeteras espresso e italianas), medio (cafeteras de goteo) o grueso (cafeteras francesas o de émbolo).
Esto se debe tanto al correcto funcionamiento de la cafetera como a su correlación con la preparación de la bebida (un molido fino en una cafetera de molido grueso puede provocar un café extremadamente ácido, por ejemplo).
Desde ya, por tratarse de un americano, lo ideal será utilizar cafeteras espresso y moler el grano fino.
Otra cuestión fundamental es moler los granos en el momento (o en días de diferencia) en que vayas a preparar el café, para asegurar su excelente estado.
Dejar pasar semanas entre la molienda y la preparación puede impactar en la calidad del café según cómo hayamos conservado lo molido. Mejor no arriesgar y saborear el gusto de lo reciente.
4 – Manipulación
Al café molido puede afectarle la humedad, los cambios de temperatura, la luz solar y los olores fuertes. De manera que siempre conviene manipularlo en envases herméticos, frescos y secos, con utensillos adecuados para no contaminar el café.

5 – Preparar el espresso
Para preparar un espresso tradicional, conviene tomar una medida estándar de 7 gramos de café. Colocarlo en el portafiltro, desde ya.
Luego, la cafetera: encendida un poco antes de hacer el café, debe contener agua a 90° y una correcta presión.
Ahora sí, momento de la magia. Tiempo de extracción aproximado: entre 25 y 30 segundos.
6 – Preparar el agua caliente
Preparar el agua caliente (también a unos 90°) al mismo tiempo (o con poquísima diferencia, antes o después) que hacemos el café, para tenerla lista y a la misma temperatura.
7 – Verter el café en el agua
Una vez extraído el café en la taza grande, verteremos el agua dentro de la misma lenta, suavemente, para conservar la textura superior del café.
Hay quienes, para garantizar esa cremosidad típica de un buen café, prefieren verter el agua por un costado de la taza.

¿Qué recetas puedes hacer con un americano?
El americano abre las posibilidades de varias recetas de café derivadas, como el glacé, el llamado long black o el little buddy. Cada uno tiene sus proporciones y su encanto particular. Veamos.
- Café helado o café Glacé
El café glacé (helado) consiste en el americano servido frío y con el agregado de helado de crema o vainilla y azúcar. Hay quienes le agregan canela a gusto. También existe la posibilidad de reemplazar el helado con crema batida, aunque no es lo habitual.
- Cóctel: Café Mojito (Página 127 La guía práctica del café)
El café mojito consiste en agregar al espresso azúcar, menta (hierbabuena), agua con gas y hielo (picado o entero, o ambos). Sin duda, es un ideal para los días de mucho calor y un momento de relajación.
- Long black Americano: relación 1:2
El long black americano es muy similar al americano, aunque con una diferencia es en la preparación: primero va el agua, luego el café. Luego, la proporción, que en general es de 1:2.
- Little Buddy o Italiano Americano: relación 1:1
El “little buddy” (pequeño amigo) o italiano americano consiste en hacer un americano con una proporción de 1:1, es decir con la mitad de agua, de manera que el café sabor del café resulta más intenso.

El origen del americano
El origen del café americano (o una de las versiones de su origen: la más difundida) data de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados estadounidenses en Italia no podían soportar la intensidad del espresso servido por los baristas de ese país.
Al parecer, la ocurrencia de quienes servían el café fue (según dicen, muy a su pesar) agregar agua al espresso para diluirlo y suavizar su intensidad. Como el bebedor de café era “l’americano”, esta receta de café pasó a llevar su nombre. Así fue el origen del café americano.
¿Cuáles son las diferencias entre un americano y un espresso?
La principal diferencia entre el americano y el espresso es la cantidad de agua. Un americano es en esencia un espresso con un extra de agua caliente.
¿Cuál es la diferencia entre un americano y un australian long black?
La diferencia entre el americano y el australian long black radica tanto en su preparación como en sus proporciones.
El australian long black lleva primero el agua y luego el café, mientras que la cantidad de café y agua que lleva es el doble de cada bebida (entre 100 y 120 ml de agua caliente y un doble espresso).

¿El Americano tiene más cafeína que el café?
Existe un mito en torno a la cantidad de cafeína, que conviene acostumbrarnos a desmentir o a relativizar, ya que depende de la forma en que preparemos el café.
Con la receta precedente, el americano no tiene más ni menos cafeína que el espresso.
A modo de aclaración, sí puede suceder que el americano tenga más cafeína que el espresso si lo preparamos en una cafetera por goteo, dado que el café libera la cafeína durante su contacto con el agua y el tiempo de extracción será mayor.
¿Cuál es la proporción correcta de Americano de agua a espresso?
La proporción correcta suele ser considerada de 1:2 como medida estándar.
Conclusiones
El café es una bebida que forma parte fundamental de la dieta occidental. Por eso, existen tantas recetas para poder saborearlo en distintos momentos del día.
Sea un espresso o un americano con el desayuno, un glacé por la tarde o un café mojito al atardecer, sin dudas el sabor del café despertará nuestros sentidos y nos hará disfrutar y poner en perspectiva ese momento. ¿Qué sabor elegirás hoy?